
La capacidad de concentración y atención es diferente de un niño a otro. Hay niños a los que les cuesta mucho mantener la atención en una sola tarea, como puede ser colorear durante más de 5 minutos. Otros, en cambio, son capaces de ver una película sin ni siquiera moverse de la silla. A parte del factor genético, son muy importantes los estímulos que el niño recibe de su ambiente.
La inquietud que aparece en algunos niños no significa necesariamente que exista algún tipo de problema relacionado con el déficit de atención. Hay ocasiones, en que los niños más ‘movidos’ o ‘inquietos’ lo son, precisamente, por su deseo de conocer y atender a varias cosas a la vez.
Con el paso de los años, los niños podrán dedicar más tiempo a cada actividad y concentrarse para realizar actividades más complejas y que necesiten de un mayor tiempo de atención.
Hemos de comprender que prestar atención es un proceso complejo que necesita de varios procesos. A través de la atención, nuestra mente es capaz de centrarse en un único estímulo de entre todos los que existen a nuestro alrededor. Por ello, es una de las habilidades fundamentales en el proceso de conocimiento ya que sin concentración sería prácticamente imposible aprender algo.
CONSEJOS PARA FAVORECER LA ATENCIÓN Y CONCENTRACIÓN
– Antes de comenzar cualquier actividad debemos proporcionar al niño un entorno tranquilo y relajado, en el que las cosas estén ordenadas y no existan sonidos estridentes o el ruido de la televisión.
– Es importante limitar las opciones, ya que si le ofrecemos varias opciones a la vez es muy probable que quiera hacerlas todas también a la vez, por lo que debemos plantear las actividades de una en una.
– A la hora de comenzar alguna actividad debemos procurar escoger el momento del día en el que el niño se encuentre menos cansado.
– Es necesario establecer un tiempo para la realización de cada tarea o actividad. Para ello pediremos al niño que haga una actividad concreta durante unos minutos y cuando la haga con facilidad, iremos aumentando ese tiempo poco a poco. Un ejemplo sería colorear un dibujo sin abandonarlo, primero durante 5 minutos, después durante 10 y después 15. El objetivo de esto no es presionarlos, sino que sean capaces de comenzar y acabar una tarea en un determinado periodo de tiempo.
– Por último, recordaros que es importante reforzar en positivo. Cuando el niño consiga mantener la atención en aquello que hemos propuesto, aunque a nosotros nos parezca poco tiempo el dedicado, debemos reconocer el esfuerzo que a él le supone.